
Hace 40 años, la humanidad consiguió un importante logro:
que un hombre pisase la Luna por primera vez. Todo comenzó el 25
de Mayo de 1961, cuando el Presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy
anunció su intención de poder enviar astronautas a la Luna
antes de que finalizase la década. Esto sucedió tres semanas
después de que el astronauta Alan Shepard se convirtiese en el
primer americano en viajar al espacio. Ocho años de duro trabajo
tendrían que pasar antes de que la NASA viese cumplido su gran
proyecto de poner un hombre en la Luna con el vuelo del Apolo XI.
El 16 de Julio de 1969 la nave, propulsada por un cohete Saturno V, despegaba
desde el Complejo 39A del Centro Espacial Kennedy en Florida. Llevaba
a bordo a los astronautas Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins.
A las 9:32 de la mañana, hora local, el enorme cohete se elevaba
sobre el cielo de Florida y 12 minutos después la tripulación
entraba en órbita.
Después
de cuatro días de viaje y tras abandonar la órbita terrestre
y entrar en la lunar, Armstrong y Aldrin pasaron al módulo lunar,
llamado Águila, mientras que Collins permanecía en el Módulo
de mando Columbia. El Águila se separó del Módulo
de mando y comenzó a descender para posarse en la superficie de
la Luna, en una zona denominada Mar de la Tranquilidad.
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Los
astronautas del Apolo XI. |
Tras unas
horas destinadas a igualar la presión del módulo lunar con
la de la Luna, ambos astronautas se dispusieron a poner pie en la superficie
selenita. El primero en pisarla fue Neil Armstrong, el 20 de Julio a las
10:56 hora de Florida, ante la mirada de millones de personas alrededor
de todo el mundo, que observaron este histórico acontecimiento
a través de la televisión. Mientras descendía por
la escalera del módulo, Armstrong proclamó la famosa frase:
"Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto
para la humanidad".
Posteriormente Aldrin (imagen izda.), se unió a él ofreciendo
una simple pero poderosa descripción de la superficie lunar: "Magnífica
desolación". Una vez que ambos astronautas ya se encontraban
sobre suelo lunar, comenzaron a realizar las tareas que les habían
sido asignadas.
Tomaron fotografías, manejaron una cámara de televisión
(gracias a la cual los espectadores de todo el mundo pudimos asistir a
sus hazañas), colocaron una bandera de los Estados Unidos y depositaron
una placa metálica con la siguiente inscripción: "Aquí
los hombres del planeta Tierra han puesto el pie sobre la Luna por primera
vez. Julio de 1969 D.C. Hemos venido en paz en nombre de toda la humanidad".
Después
realizaron actividades científicas: instalaron un reflector de
rayos láser destinado a medir con exactitud la distancia entre
la Tierra y la Luna, un sismógrafo para registrar terremotos lunares
y una pantalla para medir la intensidad del viento solar.
Por otra parte, mediante picos y palas los astronautas recogieron arena
y fragmentos de rocas lunares para traerlas a la Tierra. Tras descansar
en el Águila, Armstrong y Aldrin realizaron otra salida lunar,
en esta ocasión para recorrer y explorar parte de la zona en la
que habían alunizado. Transcurrida esta misión, volvieron
al módulo lunar que reemprendió el viaje para unirse con
el módulo de mando donde les esperaba Collins.
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La
bandera de los Estados Unidos y a su lado la placa dejada por Armstrong
y Collins en la superficie de la Luna. |
Quedaba en la superficie lunar la plataforma de frenado del Águila,
nave que fue abandonada una vez que los astronautas hubieron pasado al
Columbia, con el cual iniciaron el viaje de regreso a la Tierra. La hazaña
espacial finalizó cuando el módulo de mando cayó
en aguas del Océano Pacífico, no lejos de Hawai el 24 de
Julio.
Los
astronautas tuvieron que someterse a una cuarentena, ya que podía
darse la posibilidad, en realizada remota, de que hubieran traído
algún germen desconocido de la Luna. Mientras tanto, las muestras
de rocas lunares eran estudiadas por los científicos.
Los análisis quimicofísicos y cristalográficos revelaron
que se trataba de materiales idénticos a los que se encuentran
en la Tierra en rocas ígneas (resultantes de fusiones) y en los
meteoros. No se encontró ningún elemento biológico,
lo cual confirmaba la inexistencia de cualquier forma de vida pasada o
presente en la Luna. La elaboración de los datos de distintos análisis
muestra que la Luna, al igual que la Tierra, tiene una constitución
en estratos, y que en un tiempo estuvo en estado fluido, al igual que
se encontraba nuestro planeta hace 4500 millones de años.
Con la Misión
del Apolo XI el desafío del Presidente Kennedy se había
conseguido. Los hombres de la Tierra habían caminado sobre la superficie
de la Luna y habían regresado sanos y salvos a casa.
NASA EN ESPAÑOL 2009
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