El 31 de Diciembre a las 19:43 GMT, mientras que muchos en la Tierra se preparaban para recibir el Año Nuevo, la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA, a 110 millones de kilómetros, maniobró con un encendido de motores de ocho segundos batiendo récords de exploración en el espacio: La nave entró en órbita alrededor del asteroide Bennu, convirtiéndose en el objeto más pequeño jamás orbitado por una nave espacial.

"El equipo continuó nuestra larga serie de éxitos ejecutando perfectamente la maniobra de inserción orbital", dijo Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona, Tucson. "Con la finalización de la campaña de navegación, estamos esperando la cartografía científica y la fase de selección del sitio de muestra de la misión".

Lauretta, junto con su equipo, pasó el último día de 2018 con los pies plantados en la Tierra, pero su mente se centró en el espacio. "Entrar en órbita alrededor de Bennu es un logro increíble que nuestro equipo ha estado planeando durante años", dijo Lauretta.

Avanzando alrededor del asteroide a un ritmo de caracol, la primera órbita de OSIRIS-REx marca un salto para la humanidad. Nunca antes una nave espacial de la Tierra había dado un círculo tan cerca de un objeto espacial tan pequeño, uno con una gravedad apenas lo suficiente como para mantener un vehículo en una órbita estable.

Ahora, la nave espacial rodeará a Bennu a aproximadamente 1,75 kilómetros de su centro, más cerca que cualquier otra nave espacial que haya llegado a su objeto de estudio celestial. (Anteriormente, la órbita más cercana de un cuerpo planetario era en mayo de 2016, cuando la nave espacial Rosetta orbitaba a unos siete kilómetros) del centro del cometa 67P / Churyumov-Gerasimenko).

Esta distancia tan corta es necesaria para mantener la nave cerca de Bennu, que tiene una fuerza de gravedad de solo 5 millonésimas la de la Tierra. La nave espacial está programada para orbitar a Bennu hasta mediados de febrero a un ritmo pausado de 62 horas por órbita.

Ahora que la nave espacial OSIRIS-REx está más cerca de Bennu, los detalles físicos sobre el asteroide se enfocarán más rápidamente y el recorrido de la nave espacial por este montón de escombros primordiales se volverá cada vez más detallado y enfocado.

"Nuestro diseño de la órbita depende en gran medida de las propiedades físicas de Bennu, como su campo de masa y gravedad, que no sabíamos antes de que llegáramos", dijo el gerente del sistema de dinámica de vuelo de OSIRIS-REx, Mike Moreau, quien trabaja en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.

La nave pasará alrededor de año y medio topografiando este asteroide nunca antes visitado y se preparará seleccionar el lugar adecuado para recoger una muestra del material de la superficie para traerla de regreso a la Tierra en el año 2023 para su estudio.‎

El objetivo de esta misión será tratar de ayudar a los científicos a averiguar como se formaron los planetas y como comenzó la vida, así como mejorar nuestra comprensión de los asteroides que podrían impactar contra la Tierra.