En la madrugada del 1 de diciembre, unos 20 minutos antes de la salida del Sol, podrás ver a Mercurio muy bajo en el cielo y a Venus aún más cerca del horizonte, ambos en un amanecer especialmente brillante.

En este momento, los dos planetas se encuentran separados por unos 10°, una distancia que seguirá aumentando en los próximos días a medida que Venus desciende rápidamente.

Para intentar distinguir a Venus bajo Mercurio, como se muestra en la ilustración, es recomendable usar binoculares y buscar un lugar con un horizonte despejado hacia el Este-Sureste.

Mercurio brilla con una magnitud 0,0 mientras que Venus, aunque mucho más brillante (magnitud –3,9), se ve menos intenso porque su luz debe atravesar una mayor cantidad de atmósfera al estar tan cerca del horizonte.

Mercurio en su Mejor Momento Matutino

Después de su reciente conjunción con Venus, Mercurio alcanza estas mañanas su mayor altura en el cielo antes del amanecer. Unos 20-30 minutos antes de la salida del Sol, ya es posible observarlo con relativa facilidad. Durante la próxima semana continuará ascendiendo en el cielo matutino, lo que facilitará aún más su observación.

Si deseas localizar al escurridizo planeta interior, esta es una excelente ocasión para comenzar.