La lluvia de meteoros de las Leónidas volverá este año con uno de los cielos más favorables de la temporada debido a la escasa presencia de la Luna. Aunque su actividad se extiende desde principios de noviembre hasta comienzos de diciembre, su pico máximo de observación o el momento de mayor intensidad será la noche del 16 al 17 de noviembre, especialmente durante la madrugada, cuando el punto radiante —situado en la constelación de Leo— asciende en el cielo y los meteoros se vuelven más visibles.
 

Para 2025, se espera una tasa máxima de unos 10 a 15 meteoros por hora en condiciones ideales. Aunque esta lluvia es célebre por haber producido tormentas históricas con miles de meteoros por minuto, en este ciclo no se anticipa un estallido extraordinario. La actividad será moderada, pero aun así muy agradable para la observación, especialmente porque este año coincide con una Luna muy menguante, cuya luz apenas interferirá, dejando un cielo oscuro que permitirá detectar incluso los meteoros más débiles.

Los meteoros de las Leónidas son conocidos por su gran velocidad, lo que en ocasiones produce destellos brillantes y trazos persistentes. Para verlos en su mejor momento, basta con buscar un lugar oscuro lejos de la contaminación lumínica, recostarse y observar amplias zonas del cielo. Aunque el radiante está en Leo, los meteoros pueden aparecer desde cualquier dirección, por lo que no hace falta fijar la mirada en un punto concreto. Conviene permitir que los ojos se adapten a la oscuridad durante al menos 20 minutos para maximizar la visibilidad.

En conjunto, las Leónidas de este año ofrecerán una oportunidad excelente para disfrutar de un cielo dinámico y lleno de movimiento. Sin tormentas previstas pero con unas condiciones de oscuridad inmejorables, serán una ocasión perfecta tanto para observadores ocasionales como para aficionados experimentados que quieran disfrutar de una noche tranquila y llena de estrellas fugaces.