El astronauta de la NASA Jonny Kim regresó a la Tierra este 9 de diciembre de 2025, después de completar una misión de ocho meses en la Estación Espacial Internacional (ISS). A bordo de la cápsula Soyuz MS-27, Kim aterrizó en una zona remota del centro de Kazajistán junto a los cosmonautas rusos Sergey Ryzhikov y Alexey Zubritsky, con quienes compartió la expedición.

El descenso transcurrió con normalidad y la nave tocó tierra mediante paracaídas a las 12:03 a.m. (hora de la costa este de Estados Unidos), cerrando así una misión que acumuló 245 días en órbita. Durante ese periodo, la tripulación orbitó la Tierra 3.920 veces, recorriendo cerca de 167 millones de kilómetros.

Para Kim y Zubritsky, este viaje marcó su debut en el espacio. En cambio, Ryzhikov, veterano del programa espacial ruso, suma ya 603 días acumulados fuera de la Tierra a lo largo de sus tres misiones.

Ciencia en Microgravedad

Durante su estancia en la estación, Jonny Kim participó en una variedad de investigaciones científicas orientadas a mejorar la vida en la Tierra y a preparar futuras misiones de exploración profunda. Entre los trabajos más destacados se encuentra un estudio sobre el comportamiento de tejidos bioprintados con vasos sanguíneos en condiciones de microgravedad, un paso relevante hacia la producción de tejidos avanzados para aplicaciones médicas.

El astronauta también contribuyó a “Surface Avatar”, un experimento que evalúa el control remoto de múltiples robots desde el espacio. Este tipo de tecnologías podría resultar crucial en misiones a la Luna o Marte, donde los astronautas necesitarán operar sistemas robóticos a distancia.
 

Además, participó en la fabricación de nanomateriales que imitan funciones del ADN, un campo con potencial para mejorar la administración de medicamentos y apoyar el desarrollo de terapias emergentes en medicina regenerativa.

Tras el aterrizaje, la tripulación pasó por los exámenes médicos habituales antes de ser trasladada en helicóptero a la ciudad kazaja de Karaganda. Desde allí, Jonny Kim volará rumbo al Centro Espacial Johnson, en Houston, donde continuará con las actividades posteriores a su misión.

La Estación Espacial Internacional, que mantiene presencia humana continua desde hace más de 25 años, sigue siendo un laboratorio único para estudiar los efectos del espacio en el cuerpo humano y poner a prueba tecnologías clave para misiones de larga duración. Mientras tanto, la NASA continúa impulsando una transición hacia una economía comercial en la órbita baja, a la vez que se enfoca en el programa Artemis y en el objetivo de preparar futuras misiones tripuladas a Marte.