Bien podría parecer una bonita postal navideña, pero en realidad se trata de unos cuantos meteoros. Pero, ¿de dónde provienen todos estos meteoros? En términos de dirección en el cielo, la respuesta directa es la constelación de Géminis. Por eso, la principal lluvia de meteoros de diciembre se conoce como las Gemínidas: los meteoros de la lluvia parecen irradiar desde un punto cercano a Géminis.
No obstante, al analizar el fenómeno en tres dimensiones, la explicación es diferente. Los granos de material, del tamaño de arena, expulsados por el inusual asteroide 3200 Faetón siguen una órbita bien definida alrededor del Sol. El tramo de esa órbita que se aproxima a la Tierra se proyecta visualmente frente a la constelación de Géminis. Así, cuando la Tierra cruza dicha órbita, el punto radiante de los fragmentos que caen parece ubicarse en Géminis.
Esta imagen es una composición de numerosas fotografías tomadas durante los últimos días bajo cielos oscuros desde Eslovaquia, con las cumbres nevadas de las montañas Belianske Tatry como telón de fondo. En ella se aprecian numerosas y brillantes estelas de meteoros de la lluvia de las Gemínidas. Orión es visible sobre el horizonte, mientras que la estrella brillante más cercana al radiante es Castor.

