El Telescopio James Webb Explora el Pasado del Universo

En esta nueva imagen del Telescopio Espacial James Webb (NASA/ESA/CSA), lo primero que llama la atención es el imponente cúmulo de galaxias Abell S1063, un “megamonstruo” cósmico situado a unos 4.500 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de Grus (la Grulla). Este gigantesco conjunto de galaxias domina el centro de la escena.
Pero el verdadero interés científico está en lo que lo rodea: una serie de arcos de luz alargados y deformados. Estos no son defectos de la imagen, sino señales fascinantes del pasado. Se trata de galaxias muy lejanas, cuya luz ha sido amplificada y distorsionada por el enorme campo gravitatorio de Abell S1063. Este fenómeno se conoce como lente gravitacional.
El cúmulo ya había sido estudiado con anterioridad por el Telescopio Espacial Hubble, dentro del programa Frontier Fields. Gracias a su enorme masa, Abell S1063 actúa como una lupa natural, curvando y enfocando la luz de galaxias situadas aún más lejos, permitiendo observarlas con mayor detalle, aunque su imagen llegue a nosotros distorsionada. Esta técnica permite explorar el universo primitivo, cuando las primeras galaxias comenzaban a formarse.
Ahora, el telescopio Webb lleva esta investigación un paso más allá. Gracias a su Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam), ha captado una imagen mucho más profunda y detallada, revelando un auténtico “bosque” de arcos de lente: galaxias de fondo a diferentes distancias, algunas nunca antes vistas. También aparecen muchas galaxias tenues que eran invisibles para los instrumentos anteriores.
Esta imagen es un “campo profundo”, es decir, una exposición prolongada de una pequeña región del cielo, diseñada para captar la luz más débil y lejana. En total, se combinaron nueve observaciones en diferentes longitudes de onda del infrarrojo cercano, con más de 120 horas de exposición. Gracias al efecto de la lente gravitacional, esta se convierte en la observación más profunda realizada por Webb sobre un solo objetivo.
Con esta poderosa combinación de tecnología y fenómenos cósmicos, Webb nos acerca más que nunca al nacimiento del universo, revelando algunas de las primeras galaxias que existieron.